"Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos" (Judas 3) - "Santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros" (1 Pedro 3:15)

03 julio, 2011

LO MALO DEL NEUTRALISMO RELIGIOSO



Por: Mis. Harold Ricker*

TEXTOS:
Éxodo 32:26; Apocalipsis 3:15,16; Juan 14:6; Filipenses 1:9; 2 Corintios 6:17,18; Judas 3,4; 1 Reyes 18:21.


PROPÓSITO: Tomar una posición bíblica fuerte y no una posición de compromiso débil neutral.

CÓMO:
Por el ejemplo de los héroes de la Biblia, que mostraron una actitud valerosa y obediente y también otros ejemplos bíblicos de comodidad, neutralidad y compromiso.


TAMBIÉN:
Por el ejemplo del mundo religioso y eclesiástico, pasado y presente, de quienes han estado o están firmes por la verdad y otros que han estado o están comprometidos y son neutrales.


Empecemos por definir el neutralismo. El término “neutral” no aparece en la Biblia de estudio Thompson, ni en la de Scofield, ni en la de las Américas, como tampoco en las demás Biblias de estudio. Sin embargo, el neutralismo debería ser un tema que se tratara profundamente en esas Biblias de estudio, con referencias en cadena. Si los diccionarios y otras fuentes seculares lo tratan en cierto modo ¿por qué no lo hacen la mayoría de los diccionarios bíblicos y las Biblias de estudio? ¿Será porque es un tema candente y avergonzaría a muchas iglesias cristianas? ¿Se puede ser neutral respecto al ecumenismo? ¿Se puede ser neutral respecto de la apostasía? Antes podíamos preguntar: ¿Se puede ser neutral respecto al comunismo? Hoy: ¿Se puede ser neutral respecto a la falsa doctrina que está en contra de la palabra inspirada por Dios, la Biblia infalible y sin error? Muchos cristianos han cerrado su mente y corazón para no defender la fe una vez dada a los santos. Están practicando el neutralismo, la comodidad y el compromiso.


Veamos la definición. ¿Qué es ser neutral y el neutralismo? El diccionario de Webster dice respecto a ser neutral: no se pone de un lado ni de otro; no ayuda activamente a ningún lado, ni a uno ni a otro; no positivo, ni negativo, sino indiferente; alguien que no toma partido, cuando hay una confrontación. Una persona puede ser neutral o tomar una posición neutral.


La neutralidad es la calidad o estado de ser neutral. Por ejemplo, un Estado o gobierno que no participa directa ni indirectamente en una guerra es neutral.


Neutralizar es adoptar una posición o actuar en tal forma que se destruyan características propias de dos posiciones opuestas.


Hay muchos términos relacionados con el neutralismo: neutralista, neutralidad, neutralización, neutralizar, neutral, todos los cuales se relacionan con no tomar partido.


¡Pero estamos en una guerra espiritual! Esta guerra requiere que tomemos partido entre:


1. Dios y el diablo;

2. Verdad y error;
3. Sana doctrina y doctrina falsa;
4. El evangelio genuino y los evangelios falsos;
5. Cristo y muchos anticristos;
6. Evangelización bíblica y evangelización ecuménica;
7. Permanecer en una denominación oficialmente apóstata o salir de ella.

En relación con esto debemos tomar partido y no ser neutrales. Jesús dice: “El que no es conmigo, contra mí es y el que conmigo no recoge derrama” (Mateo 12:3) y “El que no es conmigo, contra mí es y el que conmigo no recoge, desparrama” (Lucas 11:23), es decir, Jesús no era un neutralista, por lo cual nosotros tampoco podemos serlo. Dijo: “El que no es conmigo, contra mí es”, lo que no es neutralismo. A la iglesia tibia de Laodicea le dijo que no quería que fuera tibia o neutral, según Apocalipsis 3:15,16: “Yo conozco tus obras, que ni eres frío, ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!, mas porque eres tibio y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca”. Jesús no aceptaba el neutralismo. Juan 14:6 demuestra que no tenía ninguna posición neutral respecto a la salvación. Era muy dogmático en doctrina. Hay un solo camino al cielo y es él mismo y ningún otro. Nunca ha habido ni habrá un camino neutral al cielo. Decir que “todos los caminos conducen al cielo, a Dios, es una falsedad neutral de la peor clase. Lo que Jesús dice es:
“YO soy el camino, La verdad y La vida; NADIE viene al Padre, sino por MÍ”.

No se puede ser neutral cuando se habla de la salvación sin obras, porque solamente Jesús y su obra en la cruz pueden salvar. No se puede ser neutral, hay que rechazar las religiones que enseñan la salvación por obras, como la católica–romana y la ortodoxa y la de los protestantes del Consejo Mundial de Iglesias (CMI). Esto incluye a las religiones del mundo: los musulmanes, los budistas, los shintoístas del Japón, los hindúes de la India y el resto de las religiones que creen en sus obras y esfuerzos, que trabajan en parte o enteramente para la salvación.


Jesús dijo que no podemos servir a dos amos. Amaremos a uno y odiaremos al otro. Jesús, nuestro ejemplo, no era neutral y nos enseña esto en Mateo 6:24 y en Lucas 16:13:
“Ninguno puede servir a dos señores, porque o aborrecerá al uno y amará al otro o se allegará al uno y menospreciará al otro: no podéis servir a Dios y a Mammón”.

El dicho: “Unidad en las doctrinas esenciales y caridad en lo no esencial” debemos practicarlo también, porque si no seríamos orgullosos, creyéndonos superiores y más inteligentes y espirituales, más buenos, sabios y santos que los otros cristianos. Esto no se contradice con no adoptar una posición neutral respecto a la incredulidad y a las doctrinas falsas que afectan lo esencial de la fe.


Pablo tampoco era neutral. Dijo en Filipenses 1:7 que él estaba firme en la defensa del evangelio. Pero para defender no se puede ser neutral. Para Pablo había un solo evangelio verdadero, pero sabía que había “evangelios” pervertidos. Sabía que la neutralidad en tales casos no era aceptable para el Señor. En Efesios 5:11 y 12, nos exhorta a no tener ninguna comunión con las obras estériles de las tinieblas y a rechazarlas. Pablo no aceptaba posiciones intermedias de neutralidad y compromiso. Sostenía una posición fuerte, como nos dice en 2 Corintios 6:17,18: “Por lo cual, salid de en medio de ellos y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo y yo os recibiré y seré a vosotros Padre y vosotros me seréis a mí hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso”. ¡Esta no es una posición neutral!


Judas no tenía ninguna neutralidad en su posición con el Señor. Respecto al objetivo fundamental de la fe verdadera dice en los versículos 3 y 4 de su carta:
“Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros de la común salud, me ha sido necesario escribiros amonestándoos que contendáis eficazmente por la fe que ha sido una vez dada a los santos. Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los cuales desde antes habían estado ordenados para esta condenación, hombres impíos, convirtiendo la gracia de nuestro Dios en disolución y negando a Dios que solo es el que tiene dominio y a nuestro Señor Jesucristo”.

¿Por qué tuvo que escribir esto? Porque algunos tomaban una posición neutral de compromiso y camino fácil y débil en la defensa de la fe verdadera. Judas les conmina a que sean firmes y luchen seriamente por la fe. Necesitamos también esta exhortación en nuestras propias organizaciones e iglesias conservadoras y fundamentalistas, tanto como los que no están con nosotros. No siempre ha sido perfecta nuestra posición antineutral. A veces hemos tolerado la neutralidad, aunque confío que han sido pocos los que han adoptado esa posición.


¿Qué es lo que nos ha guardado de caer en una neutralidad completa y eventualmente en la apostasía completa? ¿Qué nos ha librado de esta catástrofe? Lo que nos ha preservado es la obediencia a la doctrina bíblica de la separación de toda clase de incredulidad y de apostasía (que es alejarse de la fe, caer de la doctrina esencial verdadera a la doctrina falsa, estar sin el Espíritu Santo y sin su Palabra inspirada).


La doctrina de la separación no nos permite cooperar con los pastores neutrales y sus organizaciones, que muchas veces quieren incluirnos en sus proyectos y reuniones, sosteniendo que son causas buenas y nobles.

La doctrina bíblica de la separación nos ayuda a saber cuándo podemos cooperar y cuándo debemos separarnos. ¡Hay cooperación bíblica y hay separación bíblica! ¿Conocemos los principios bíblicos? Algunos cooperan demasiado y se hacen neutrales. Algunos se separan demasiado y terminan como un grupo aislado, porque no cooperan con otros que pueden diferir en doctrinas y prácticas secundarias, no esenciales para la salvación. Hay que ser equilibrados. Con las Sagradas Escrituras y el Espíritu Santo, Dios nos dirigirá a no ser neutrales. Con discernimiento del Espíritu podemos saber con quién se puede cooperar y con quién no. Hay ocasiones en que debemos separarnos de los hermanos que son neutrales y nunca debemos entrar en compromisos con los apóstatas.

No podemos ser neutrales en relación con el Consejo Mundial de Iglesias (CMI). Son hombres malvados, con el sueño de unir a todos los supuestos cristianos en una sola iglesia mundial, sin posición doctrinal sobre la salvación y otras verdades esenciales. EL CMI les permite creer lo que quieran, siempre que cooperen. Para ellos la verdad es secundaria y la abandonan a favor de la unidad (visible). Las denominaciones son un pecado y deben ser eliminadas. El CMI es un movimiento de falsa unidad, que incluye a mucos apóstatas, que niegan la sangre, la infalibilidad de las Escrituras, el nacimiento virginal, la expiación substitucional por el sacrificio de Cristo, la resurrección corporal de Jesucristo, los milagros de la Biblia y otras doctrinas esenciales de la fe cristiana histórica.

No podemos ser neutrales en relación con esas iglesias y su organización. Hay que conocer a nuestros enemigos y oponernos a ellos en toda la forma posible (y legítima). ¡Contended!. No se puede ser neutral respecto al Consejo Mundial de Iglesias (CMI), por causa de su enérgico programa destinado a ganar a católicos, evangélicos y pentecostales y a atraerlos para cumplir su sueño ecuménico de “una iglesia mundial”, preparación para la aparición del anticristo.

Tampoco podemos ser neutrales respecto a la Alianza Evangélica Mundial (AEM), cuyo control lo ejerce desde los Estados Unidos la Asociación Nacional de Evangélicos (ANE), aunque doctrinalmente están más cerca de nosotros que el CMI. Billy Graham. ha demostrado su influencia y financiamiento de esta organización durante muchos años, con su “evangelización”. La evangelización ecuménica favorece fuertemente la unidad con la Iglesia Católica y con el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) y envía a los “convertidos” a esas iglesias, como si creyeran en la Biblia. ¡Qué iniquidad es enviar a las personas que hacen una “decisión” en las campañas evangélicas de Billy Graham de regreso a la Iglesia Católica y a las protestantes apóstatas! ¡Es alta traición! Este es uno de los resultados del neutralismo.

Más grave que la traición de Billy Graham ha sido la acción del Dr. Harold Ockenga, fundador de la Asociación Nacional de Evangélicos (ANE), de la Alianza Evangélica Mundial (AEM) y de los neoevangélicos. Su posición neutral generalizada ha sido la causa de que esas organizaciones evangélicas comenzaran mal, con compromisos y buenas relaciones con los apóstatas del Consejo Mundial de Iglesias (CMI). El Dr. Harold J. Ockenga fomentó muchas prácticas no bíblicas, entre ellas la negación de la importante doctrina bíblica de la separación de la apostasía y de la incredulidad, que es lo que Dios demanda en las Sagradas Escrituras. En vez de la separación, instituyó la doctrina humana de la infiltración, que consiste en enviar los candidatos al ministerio a las denominaciones históricas apóstatas para influirlas para bien. Esto acercó su trabajo y a sus colaboradores y seguidores a los que negaban la Biblia. Su neutralismo consistió en no separarse de ellos, sino en trabajar con ellos y reconocerlos.

El segundo gran error del Dr. Ockenga fue que influyó en los evangélicos de la Alianza Evangélica Mundial (AEM) para que buscaran el reconocimiento de los eruditos liberales, modernistas y apóstatas, de tal modo que buscaron la aprobación de los hombres en vez de la de Dios.

Estos dos hechos: búsqueda de la aprobación del mundo y no separación, más que cualquiera otros, han hecho que la Alianza Evangélica Mundial (AEM) y la Asociación Nacional de Evangélicos (ANE), con la aprobación de Billy Graham, sean neutrales y caigan en compromiso tras compromiso. La neutralidad les hizo abandonar el protestantismo y seguir a la iglesia ramera, Roma. No saben lo que significa que mi pueblo salga de ella y no toque cosa sucia: Apocalipsis 18:4. Su neutralismo llegó a ser tan malo, que la ANE envió observadores a las comisiones del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) y que los observadores de éste fueron recibidos en las comisiones de la ANE. Esta es la consecuencia de la neutralidad. La neutralidad destruye la muralla que debe existir entre lo malo y lo bueno, entre un testimonio fiel y uno falso.

En tercer lugar me referiré a los dos documentos producidos principalmente por dirigentes de la Asociación Nacional de Evangélicos (ANE) y de la Alianza Evangélica Mundial (AEM), titulados: “Católicos y evangélicos juntos”. ¿Se equivocaron Martín Lutero y Juan Calvino y los demás reformadores del siglo dieciséis cuando se separaron de la Iglesia Católico-Romana (ICR) debido a la doctrina de la justificación sólo por la fe? Sin duda que no. La salvación es la obra del Señor de principio a fin, sin obras o ayuda humana. Pablo, el gran apóstol y teólogo, concluyó que el hacer, el guardar la ley, las buenas obras, no salvan, sino sólo la fe en Jesucristo. Es sólo por la misericordia de Dios: Romanos 4:28.

Esos dirigentes neoevangélicos convinieron en producir esos dos documentos en los que aparentemente llegaban a un acuerdo sobre la justificación por la fe. Pero no pudieron decir: Sólo la fe, sólo la gracia, sólo la Escritura y sólo Jesús. La Iglesia Católico-Romana (ICR) cree en la fe, la gracia, la Escritura y Jesús, pero las personas tienen que ser incorporadas a la iglesia y merecer la salvación por medio de sus tradiciones y sacramentos. Por eso no pudieron usar la palabra “solamente”, ya que los católicos no creen que la salvación es SÓLO por la fe. Los dos documentos mencionados demuestran el neutralismo de esos dirigentes evangélicos. La Sociedad Bíblica Trinitaria (SBT), en su folleto “El ecumenismo y las Sociedades Bíblicas Unidas” dice que “mientras que antes los evangélicos estaban seguros que el sistema católico de doctrina era esencialmente no bíblico y, por lo tanto, falso; que la Iglesia Católico-Romana (ICR) era perseguidora de los creyentes verdaderos; y que los católicos, como individuos, necesitan la conversión, ahora, muchos “evangélicos” miran a los católicos como compañeros cristianos. Este cambio de actitud se manifiesta en el aumento de la participación católica en consejos locales de iglesias, en servicios comunes e incluso en campañas evangelísticas, que todos consideran como un “testimonio común”. Las Sociedades Bíblicas Unidas (SBU), que incluyen a la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera, la Sociedad Bíblica Americana y las Sociedades nacionales alrededor del mundo, han desempeñado un papel principal en el proceso ecuménico, con el cual están profundamente comprometidas”.

Lo triste que ellas tienen a católicos en sus comités de traducción, lo que, por supuesto, influye en sus traducciones. Este es el resultado de la neutralidad de los evangélicos. Pero el agua y el aceite no se mezclan. El catolicismo y el protestantismo no se pueden mezclar, porque ellos van en distintas direcciones. Aceptan varias maneras de salvación. No se puede ser neutral en estos días de apostasía. ¡Hay que tener una posición fuerte!

En nuestro mundo religioso actual ¿cómo pueden los anglicanos y episcopales mantenerse neutrales en relación con la ordenación de un obispo sodomita afeminado? ¿Dividirá esa ordenación a los anglicanos en todo el mundo? Algunos lo favorecen y otros se oponen, como el arzobispo de Canterbury, el Dr. Rowan Williams, quien cambió recientemente de posición, pero también están los neutrales, generalmente buena gente, pero que no hacen nada y no toman posición, ¿quién ganará? Los neutralistas tratan de mantener el equilibrio, pero si no hacen nada, los que están de acuerdo con la ordenación de un obispo homosexual ganarán. La Biblia, sea la versión King James, en inglés, o la Reina Valera, en castellano, prohíbe la homosexualidad. La Biblia es el código moral de la civilización occidental. Si uno cree a la Biblia, no puede ser neutral.

¿Tal vez ha sido la neutralidad lo que ha afectado el pensamiento del Arzobispo de Canterbury, de Inglaterra, para visitar al papa Benedicto XVI, en Roma? El Dr. Rowan Williams complació al antecesor del papa actual, Juan Pablo II, visitándole en Roma, en el 2003. Luego viajó a su entierro, en Roma, en abril del 2005 y volvió otra vez para la misa inaugural de su sucesor. Al día siguiente visitó brevemente al papa Benedicto y espera reunirse con él en el futuro.

¿Será la neutralidad del arzobispo lo que influyó para que olvidara lo que la Iglesia Católica le hizo a la Iglesia de Inglaterra, cuando quemó a alguno de sus obispos en la hoguera, en épocas pasadas? El neutralismo hace olvidar las doctrinas que dividen. Con el compromiso puede ocurrir cualquier cosa y la tolerancia del mal.

El pastor Juan Ashbrook expone en su libro “Nueva Neutralidad II” el compromiso de muchos. Se refiere a las visitas de Billy Graham al papa. Estas no fueron las últimas visitas del Dr. Graham al papa. Según el Servicio de Noticias Religiosas, publicado en el periódico Los Ángeles Times, de 20 de enero de 1990, Billy Graham y el papa quedaron satisfechos con su reunión en el Vaticano del 13 de enero de 1990, donde tuvieron una serie de discusiones sobre Europa Oriental y la relación entre católicos y evangélicos en todo el mundo. Nadie sabe qué compromisos se adoptaron en dichas conversaciones.

El hacer compromisos lleva siempre al hombre más lejos de donde desea ir. Estoy seguro de que Billy Graham comenzó su carrera evangelística con un deseo sincero de conducir hombres a Jesucristo y enviarlos a iglesias creyentes en la Biblia. Estoy seguro de que no tenía ninguna intención de enviar a los nuevos convertidos a los sacerdotes, ni de borrar la Reforma o de besar el anillo papal o de que se reconociese diplomáticamente al Vaticano. Pero cuando alguien toma el camino de la neutralidad y empieza a vender sus principios para ser popular y tener renombre irá en un camino que le llevará rápida y fácilmente hacia abajo. ¿Siguen ustedes a este dirigente?

Si usted está leyendo este trabajo y es seguidor de Billy Graham seguramente se enojará conmigo por lo que he dicho, pero me he limitado a los hechos. De todos modos, enojados o no, hágase estas preguntas:

¿Está Billy Graham conduciéndole a donde usted quiere ir?

¿Está usted dispuesto a reconocer al Catolicismo Romano como otra denominación cristiana?

¿Cree usted que los sacerdotes, las monjas y el papa son hermanos en Cristo?

¿Está usted dispuesto a conducir a sus amigos católicos a Cristo y después a enviarlos de nuevo a la obscuridad de la cuál salieron?

Si usted no está dispuesto a hacer esas concesiones, debe dejar de seguir a ese dirigente, como lo ha hecho hasta ahora.

Moisés no era neutralista. Cuando bajó de la montaña con los Diez Mandamientos y vio la idolatría del becerro de oro gritó: “¿Quién es de Jehová?” El lado del Señor no es el de la neutralidad. Los hijos de Leví respondieron y se juntaron alrededor de Moisés, en una posición fuerte. La posición fundamentalista, conservadora, de la separación de la apostasía es la que está al lado del Señor. Ese es su lado y no es neutral ¡Él no tiene ningún territorio neutral!

Quizás el ejemplo más grande en la Biblia acerca de no tomar una posición neutral es el del gran profeta Elías en el Monte Carmelo, cuando desafió al pueblo de Israel:

“¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos?” 1 Reyes 18:21, es decir:

¿Cuánto tiempo estarán ustedes fluctuando entre dos opiniones?

¿Cuánto tiempo vacilarán entre dos opiniones?

Si el Señor es Dios, síganlo o si es Baal, síganle a él.

Lo que Elías quiere decir es que no se puede ser neutral. Hay que tomar partido. Los neutralistas no quieren tomar partido, sea en palabras, sea en acciones. Elías decía que tenían dos opiniones. No hay que ser neutral, elija un lado u otro. El pueblo convocado por Elías se mantuvo en silencio hasta que la confrontación con profetas falsos acabó. Ochocientos cincuenta eran esos profetas falsos. Hoy hay muchos más profetas falsos, hombres malvados, que corrompen la palabra de Dios. No hay que mantenerse neutral, hay que tomar partido en la lucha contra ellos, como Elías. La gente permaneció en silencio hasta que cayó fuego del cielo. Antes de la grande y maravillosa respuesta, Elías se acercó al altar y rogó a Dios:

“Entonces cayó fuego de Jehová, el cual consumió el holocausto y la leña y las piedras y el polvo y aun las aguas que estaban en la reguera” 1 Reyes 18:38;

“Y viéndolo todo el pueblo, cayeron sobre sus rostros y dijeron: ¡Jehová es el Dios! ¡Jehová es el Dios! Y díjole Elías: Prended a los profetas de Baal, que no escape ninguno. Y ellos los prendieron y llevólos Elías al arroyo de Cisón y allí los degolló” 1 Reyes 18:39,40.

Elías los ejecutó. Nosotros no podemos matar a los profetas falsos, como lo hizo Elías, pero podemos “matarlos” con la espada del Espíritu y silenciarlos con la palabra de Dios. En una lucha espiritual no se puede ser neutral.

El pueblo dejó su neutralidad. Dios produjo un avivamiento y el pueblo se volvió al Señor. Dijo: “El Señor, él es Dios”.

Este mensaje es para el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) y los neoevangélicos de la Alianza Evangélica Mundial (AEM) y de la Asociación Nacional de Evangélicos (ANE), para los que escribieron los dos documentos sobre “Católicos y Evangélicos juntos”, para el arzobispo de Canterbury, pero también para ustedes y para mí.

¡Es necesario preservar a la Alianza Latinoamericana de Iglesias Cristianas (ALADIC) y las Confederaciones de Iglesias Evangélicas Fundamentalistas (CIEF), porque las necesitamos! ¡El mundo fundamentalista las necesita! Dios aborrece la neutralidad y el mal. Hay muchos ejemplos bíblicos contra la neutralidad, como sus principios exponen claramente. Tenemos que apartarnos de la apostasía organizada, manteniendo una posición firme y no la debilidad de la neutralidad. Estaremos en minoría, pero el Señor nos dice:

“No temáis, manada pequeña, porque al Padre ha placido daros el reino” Lucas 12: 32.

Dios no dará el reino a los neutralistas que sirven o tratan de servir a dos amos, sino a los que actúan con fuerza para defender la verdad y la justicia.


El objeto de este mensaje es combatir la neutralidad. ¡Qué Dios toque nuestros corazones, mostrándonos la necesidad de este mensaje, para que seamos más fuertes en la lucha y edificados en la fe, para que seamos más santos, para la gloria de nuestro Dios todopoderoso, el Dios de los ejércitos.

¡DECÍDETE AHORA A NO SER NEUTRAL! ¡NO SEAS UN NEUTRALISTA! ¡DEFIENDE LA VERDAD PRECIOSA QUE HA SIDO UNA VEZ DADA A LOS SANTOS! ¡HAREMOS MUCHO, SI NOS PONEMOS DEL LADO DE LA VERDAD Y DEL SEÑOR DE UN MODO EFICAZ, CON LA DIRECCIÓN DEL BENDITO ESPÍRITU SANTO!


NOTA: Este tema fue expuesto en el XIX Congreso de la Alianza Latinoamericana de Iglesias Cristianas (ALADIC), realizado en la Ciudad de Guatemala, Guatemala, del 8 al 13 de Febrero del 2007.



* El misionero Harold Ricker es miembro de la Junta Independiente para Misiones Presbiterianas Extranjeras. Radica desde hace muchos años en Guatemala. Es presidente de la Confederación de Iglesias Evangélicas Fundamentalistas (CIEF) de Guatemala. Es miembro del Directorio de la Alianza Latinoamericana de Iglesias Cristianas (ALADIC), afiliada al Concilio Internacional de Iglesias Cristianas (CIIC), instituciones evangélicas fundamentalistas que vienen enfrentando a nivel latinoamericano y mundial, la apostasía y el ecumenismo del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) y del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI) desde 1948.
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10 abril, 2011

LA SEPARACIÓN BÍBLICA

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Por: Pr. Nadir Carreño

“Si alguno viene a nosotros y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido!, porque el que le dice bienvenido comunica con sus malas obras.” 2 Juan 10,11.

Igual que Judas en su epístola, Juan advierte a los creyentes a los cuales les escribe que muchos engañadores han aparecido, introduciéndose hasta en las iglesias.

Estos no profesan la doctrina de Cristo, que sumariamente, es la siguiente:

Él es Dios mismo;

Él es hombre verdadero, por su nacimiento virginal, pero sin pecado;

Vivió una vida santa y obró muchos milagros;

Murió por nuestros pecados;

Resucitó con el mismo cuerpo con que fue crucificado y sepultado;

Apareció a los suyos durante cuarenta días;

Ascendió a los cielos, a la diestra de Dios;

y Volverá para llevarnos con él.

Si alguien pretende ser un cristiano y no tiene en todo o en parte esta doctrina, no debemos tener relación alguna con él y este es el primer principio de la separación bíblica.

1. Las Escrituras nos prohíben tener compañerismo alguno con los incrédulos en asuntos del Señor y especialmente con los apóstatas.

Los apóstatas (individuos, iglesias u organizaciones) son quienes en algún tiempo profesaron creer la Palabra de Dios, pero después le han dado vuelta la espalda a lo que decían creer. La mayor parte de la cristiandad actual es apóstata y esta apostasía se manifiesta especialmente en el abandono de la fe en la inspiración plenaria y verbal de las Escrituras y en la negación de la divinidad de nuestro Señor Jesucristo.

2. Pero, además, claramente el Señor manda que denunciemos la apostasía.

A los apóstatas les enfurecen nuestras denuncias de su incredulidad y dicen que somos “negativos” y “destructivos”, pero el Señor nos dice:

“Y no comuniquéis con las obras infructuosas de las tinieblas, antes redargüidlas.” Efesios 5:11.

“Redargüir” significa: “exponer”, “denunciar”, “mostrar al culpable”.

De modo que además de separarnos de los apóstatas debemos denunciar su incredulidad y advertir a los ingenuos ignorantes sobre ella.

Los apóstatas se presentan como campeones del amor, la tolerancia, la paz, como preservadores del medio ambiente y eliminadores de prejuicios. De ese modo disfrazan o hacen apartar la atención de su incredulidad y humanismo antibíblico. Es nuestra tarea desenmascararlos.

Hace años en Chile la crecida de un río se llevó parte de un camino y varios vehículos cayeron al abismo en medio de una lluvia torrencial. Los que al fin lograron frenar no se quedaron ahí felices de haber escapado de una muerte segura, sino que de inmediato hicieron todo lo posible para advertir a los que venían más atrás del peligro. Esta es una reacción normal. Igualmente tiene que ser en lo espiritual. Denunciar la apostasía no es ser negativos, sino obediente al mandato del Señor.

Esta denuncia debe ser hecha con seriedad y respeto, pero con extrema firmeza.

“Las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas.” 2 Corintios 10:4.

3. El Señor requiere en su palabra que limpiemos la iglesia de apostasía, si eso es posible.

No nos dice que los fieles debemos abandonar la iglesia y dejar en ella a los apóstatas. Hay que ejercer disciplina para mantener la iglesia pura en doctrina y práctica. La razón por qué tantas iglesias son ahora apóstatas es porque no se ha eliminado de ella a los que se apartan de una recta obediencia en todo al Señor. El mal crece y termina por dominar la iglesia y entonces los fieles, en minoría, tienen que separarse de la iglesia.

Si no se expulsa a los malos de la iglesia, finalmente los malos expulsarán a los fieles.

Mientras sea posible estamos obligados a mantener la iglesia pura, por encima de sentimientos y un mal entendido amor y comprensión. Cuando los apóstatas consiguen el poder no muestran ningún amor, ni comprensión hacia los fieles, a menos que estos callen y sufran en silencio la erosión de las verdades bíblicas y las prácticas cristianas.

4. No podemos comprometernos en empresas espirituales conjuntas con los incrédulos.

El pasaje más explícito de la Biblia sobre la separación que Dios requiere a sus hijos es:

“No os juntéis en yugo con los infieles, porque ¿qué compañía tiene la justicia con la injusticia? ¿y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿o qué parte el fiel con el infiel? ¿y qué concierto el templo de Dios con los ídolos? porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré en ellos y seré el Dios de ellos y ellos serán mi pueblo. Por lo cual: Salid de en medio de ellos y apartaos, dice el Señor y no toquéis lo inmundo y yo os recibiré y seré a vosotros Padre y vosotros me seréis a mí hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.” 2 Corintios 6:14–18.

Como estamos en el mundo no podemos evitar realizar tareas en conjunto con incrédulos, pero lo que el Señor tan enfáticamente nos prohíbe es entrar en compromisos que nos aten con incrédulos en empresas espirituales. El pasaje se refiere a la justicia, la luz, la fe y el templo de Dios, todo lo cual es espiritual. Además Pablo aclara esto perfectamente en 1 Corintios 5:9–11:

“Os he escrito por carta, que no os envolváis con los fornicarios. No absolutamente con los fornicarios de este mundo o con los avaros o con los ladrones o con los idólatras, pues en tal caso os sería menester salir del mundo. Mas ahora os he escrito, que no os envolváis, es a saber, que si alguno, llamándose hermano, fuere fornicario o avaro o idólatra o maldiciente o borracho o ladrón, con el tal ni aun comáis”.

Hay algunos hermanos de fe sana que permanecen en iglesias apóstatas, porque son el único o casi único testimonio fiel en aquellas iglesias. El razonamiento humano les dice que deben permanecer allí, para que no desaparezca ese testimonio. Pero Dios dice otra cosa: “Salid de en medio de ello y apartaos”. Si alguien es verdaderamente fiel, debe obedecer a su Señor. Frecuentemente ese razonamiento humano es sólo una excusa para permanecer donde se desea continuar, casi siempre por razones sentimentales. La separación requerida por Dios tiene por objeto evitar el contagio de la apostasía. Es normal que una manzana podrida eche a perder a todas las que están en contacto con ella, pero nunca se verá que una manzana sana elimine la podredumbre de las que lo están.

Algunos, especialmente ministros, no se separan para no perder las ventajas económicas que tienen, pero el Señor ha prometido que cuidará fielmente de los siervos obedientes y tanto la Escritura como la experiencia confirman esto.

5. Debemos separarnos también de los hermanos desobedientes.

Esto es muy chocante para los que creen que obedecen toda la Biblia, pero cuyas Biblias parecen no contener Judas 3:

“… me ha sido necesario escribiros amonestándoos que contendáis eficazmente por la fe una vez dada a los santos”.

Y una gran cantidad de otros pasajes que directamente o por ejemplo, figura y por circunstancias históricas requieren lo mismo de los fieles.

Esto marca la diferencia entre un fundamentalista y un neoevangélico.

El fundamentalista cree toda la Biblia y se esfuerza con la gracia de Dios en obedecerla. Esto le lleva a ser:

a) Un ferviente evangelista; y

b) A edificar su propia fe y la de los demás creyentes; y

c) A defender teórica y prácticamente nuestra preciosa fe.

Es, por lo tanto, un cristiano militante. En realidad es simplemente lo que la Biblia llama un cristiano normal, a quien las circunstancias históricas han obligado a llamarse sucesivamente protestantes, evangélico y, finalmente, fundamentalistas.

El neoevangélico cree, a lo menos formalmente, y práctica los puntos a) y b), pero rechaza, por lo general apasionadamente, la fe militante y acusa a los fundamentalistas que denuncian la apostasía de perturbadores de la paz y, por separarse de ellos de faltos de amor”.

Por lo anterior el fundamentalista cree y practica, conforme con las Escrituras: “No os juntéis en yugo con los infieles”; “Salid de en medio de ellos”; “Apartaos”; “No toquéis lo inmundo”; “No comuniquéis con las obras infructuosas de las tinieblas, antes bien redargüidlas”.

El neoevangélico, en cambio, de acuerdo a su propio criterio y sin fundamento bíblico dice: “Permanece en”; “asóciate”; “infíltrate”; “dialoga”. La realidad prueba abrumadoramente que no son ellos los que infiltran las denominaciones liberales, sino que son ellos los que son contaminadas y arrastrados por la apostasía.

La Biblia abunda en exhortaciones a separarse de los hermanos desobedientes, como, por ejemplo:

“Si alguno enseña otra cosa (se trata de un maestro “cristiano”) y no asiente a sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo y a la doctrina que es conforme a la piedad, es hinchado, nada sabe y enloquece acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, maledicencias, malas sospechas, porfías de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que tienen la piedad por granjerías: APÁRTATE DE LOS TALES.” 1 Timoteo 6:3–5.

“Empero os denunciamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que OS APARTÉIS de TODO HERMANO que anduviere fuera de orden y no conforme a la doctrina que recibieron de nosotros.” 2 Tesalonicenses 3:6.

“Y os ruego, hermanos, que miréis los que causan disensiones y escándalos contra la doctrina que vosotros habéis aprendido (obviamente personas de dentro de la iglesia) y APARTAOS de ellos.” Romanos 16:17.

Hay muchos hermanos desobedientes. Es el caso de los neoevangélicos su desobediencia consisten en negarse a separarse de la apostasía y en aceptar prácticas que degradan el culto debido a Dios. Si un fundamentalista cree que por ser hermanos no debe separarse de ellos, pronto será él también un neoevangélico y especialmente, él también estará desobedeciendo la orden de Dios y, por esa razón, estará indefenso contra el error de ellos.

Los pasajes citados y muchos otros similares no se aplican a situaciones particulares o casos individuales. Son para toda la iglesia y en todo tiempo. Nunca habrá amor verdadero con desobediencia al Señor y el ingenio de algunos para torcer la enseñanza de la Biblia no cambia el hecho.

Nos dicen también los que rechazan separarse de los hermanos desobedientes que estaremos juntos con ellos en el cielo. Deseamos que esto sea verdad. Pero en el cielo habrá quienes lleguen allá a duras penas, como quien escapa de un incendio sólo con lo puesto y estarán también los que sobreedificaron sobre el fundamento de Cristo oro, plata, piedras preciosas, como nos enseña 1 Corintios 3:11–15. Estos materiales preciosos no son abundancia de almas traídas a la iglesia, supuestamente salvas, sino la fidelidad con que habremos trabajado para el Señor, según Mateo 25:21 y 23 y Lucas 19:17 y 19.

Los que confían en las “grandes” obras que han hecho deben recordar siempre Mateo 7:21–23.

6. Algo que nunca debemos olvidar es que la obra del Señor hecha con fidelidad produce buen fruto, mientras que la obra hecha de acuerdo a los principios meramente humanos puede producir tanto buenos como malos resultados.

¿Quién no sabe de las campañas masivas de evangelización de Billy Graham, Luís Palau y otros y de los miles de almas presumiblemente salvadas en ellas?

Ante esto debemos tener presentes que Dios no nos juzga por los resultados obtenidos. El Cristianismo no es pragmático. El Humanismo lo es. El Cristianismo Bíblico coloca bajo la autoridad de Dios. El nunca nos ha mandado cooperar con la apostasía y luego evaluar los resultados. Al contrario, lo que nos manda es: “Salid de en medio de ellos y apartaos”.

Hay que tener presente que cuando se evalúan los resultados, hay que evaluarlos todos.

Por ejemplo: una campaña ecuménica de evangelización puede ser usada por Dios, en su soberanía, para que se salven algunas almas. Eso es bueno. Pero también puede, por su carácter cooperativo, borrar la línea de separación entre los fieles y los infieles. Esto es malo.

También los salvados son enviados a cualquier iglesia que ha cooperado con la campaña y muchas de esas iglesias son incrédulas, idólatras o antibíblicas. Allí las almas no serán alimentadas con la Palabra de Dios. Eso es malo, es como abandonar a un recién nacido a las puertas de un convento.

Además las campañas masivas de evangelización debilitan la obra de las iglesias locales y llevan a muchos a despreciar esa obra “pequeña”. Pero la experiencia prueba que la única evangelización sólida y verdaderamente eficaz se hace mediante el trabajo humilde, fiel y dedicado de los creyentes de una iglesia local. El resultado mencionado al comienzo de este párrafo también es malo.

Los resultados no son el criterio por el cual debe evaluarse un trabajo.

El diablo siempre está evitando a los fundamentalistas a cooperar, a unirse, a asociarse, a infiltrar las iglesias apóstatas permaneciendo en ellas, a dialogar. Un gran número cede ante esta tentación y abandona su posición bíblica, que el fundamentalismo. ¡Cuánto bien podrían haber hecho, cuántas gloriosas victorias podrían haber obtenido por y para el Señor si hubieran obedecido el simple y claro mandato del Señor de separarse de los hermanos desobedientes!

¡Debemos separarnos de los hermanos desobedientes que permanecen tolerando la incredulidad!

7. La separación bíblica incluye nuestro rechazo a afiliarnos a cualquier movimiento autodesignado como “cristianos”, aunque sostenga una buena causa, si ese movimiento u organización no es completamente fiel a la Palabra de Dios y no practica la separación.

El diablo está construyendo su iglesia única mundial, su iglesia ecuménica, por lo cual procura que toda iglesia se una al ecumenismo, junto con los modernistas, la Iglesia Católico-Romana, los neoevangélicos y los carismáticos y hasta con las religiones no cristianas mediante un esfuerzo por la paz mundial. Esta presión la sentimos todos. Ante esto tenemos que tener valor, por la gracia de Dios para decir: No, a muchas buenas causas que no son promovidas con fidelidad a Dios y su palabra.

El rey Josafat, de Judá, se unió con el malvado Acab para la buena causa de recuperar la estratégica ciudad de Remoth de Galaad. Para ello desechó Miqueas, el fiel profeta de Dios. El resultado fue que por poco pierde su vida y que al volver a Jerusalem fuera enfrentado por Jehú, fiel profetas del Señor:

“¿Al impío das ayuda y amas a los que aborrecen a Jehová? Pues la ira de la presencia de Jehová será sobre ti por ello.” 2 Crónicas 19:2.

No supo decir: No, como Zorobabel:

“Oyendo los enemigos de Judá y Benjamín que los venidos de la cautividad edificaban el templo de Jehová… dijéronle: Edificaremos con vosotros… Y díjoles Zorobabel…: No nos conviene edificar con vosotros casa a nuestro Dios, sino que nosotros solos la edificaremos a Jehová, Dios de Israel…” Esdras 4:1-3.

8. Debo agregar ahora un hecho crucial: No podemos conservar nuestra posición bíblica si no somos militantes, combativos, respecto de ella.

“Hay que ser positivos” es una demanda del mundo que hace que muchos fundamentalistas permanezcan inactivos y silenciosos, mientras los neoevangélicos se apoderan de las iglesias, seminarios y de toda la obra del Señor que una vez fue fiel. Tratar de mantener una posición fiel y al mismo tiempo ser positivos, en el sentido que exige el humanismo, es adoptar una posición débil, irremediablemente. Es estar a medio camino entre los fundamentalistas y los neoevangélicos.

Una posición no se puede sostener, ni mantener, sin luchar, sin tener una actitud militante y una acción combativa. Esto, que en verdad en el reino temporal, lo es aún más en el reino espiritual. Cada vez que aparece un falso maestro o apóstol, una herejía, una práctica espiritualmente pervertida, como la música cristiana contemporánea, o se reúne donde nosotros estamos el Consejo Latinoamericano de iglesias (CLAI), el Comité Ejecutivo del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), la Confraternidad Evangélica Latinoamericana (CONELA) y cualquier organización apóstata o desobediente a la palabra de Dios, nosotros debemos levantar nuestra voz, denunciar el mal por todos los medios lícitos a nuestro alcance. No estamos llamados a agredir, insultar o introducirnos en sus reuniones para perturbarlas, pero sí a denunciarlas, a informar a los ingenuos que están en peligro de ser atrapados y engañados y, si nos dan la oportunidad de hablar, a exponer con sólidas razones bíblicas el por qué de nuestra posición.

En 1995 el CLAI celebró su asamblea continental en la ciudad de Concepción, Chile. Asistimos a sus sesiones mientras nos permitieron entrar, para informarnos de primera mano de su iniquidad, fuimos numerosas veces a la radio y alertamos a todos los numerosos evangélicos de esa región acerca de la apostasía del CLAI, redactamos un folleto con una síntesis informativa del CLAI para el pueblo evangélico y lo repartimos profusamente, incluso en una reunión masiva que habían convocado y que se realizó en el mayor estadio de la ciudad. El resultado fue que donde esperaban reunir 30.000 evangélicos sólo lograron juntar a unos 2.500 a 3.000.

No hay otra manera de sostener la posición que luchar eficazmente por ella. Si no luchamos, aunque pensemos mantenernos individualmente, seremos arrastrados por la apostasía abierta de los liberales, los errores místicos del carismatismo y la tibieza de los neoevangélicos, simplemente porque en tal caso también estaremos desobedeciendo al Señor que nos manda en su palabra que contendamos.

9. El Espíritu Santo nunca dirigirá a un cristiano a actuar en contra de ninguna palabra suya.

Especialmente los neoevangélicos, cuyo principal exponente ha sido hasta hace poco Billy Graham. y quien continúa siendo su líder más influyente, vienen a nosotros como hermanos. Nos presentan un ministerio muy atrayente para la carne, pero ignoran completamente los:”no lo recibáis en casa”, “salid de en medio de ellos”, “apartaos”, “no toquéis lo inmundo”. Cuando nos dicen que el Espíritu Santo nos lleva ahora en otra dirección, debemos reconocer la mentira, porque ese Espíritu del Señor nunca nos llevará en dirección contraria a la que él mismo nos señala en su palabra.

Digámosla cortésmente: No a sus pretensiones. A veces habrá que decírselos con voz de trueno, pero jamás les digamos Sí. Eso lleva al compromiso primero y a la apostasía después.

10. Es muy solemne el hecho de que Dios será muy severo con nosotros si dejamos el campo de batalla y la simple obediencia a su Palabra.

Esto lo ilustra muy bien la historia del joven profeta desobediente de 1º Reyes 13, donde el viejo profeta que le engaño no cayó bajo el juicio de Dios, pero sí el que desobedeció su explícito mandamiento, después de haber sido gloriosamente usado para testificar de la verdad. No será nada diferente con nosotros, a quienes Dios ha levantado como bandera contra la apostasía.

Es grande nuestro privilegio de ser hijos fieles, pero igualmente grande es nuestra responsabilidad de permanecer inconmovibles en el terreno en que nuestro Dios nos ha puesto.

11. Por último tengamos muy presente que la separación bíblica no requiere en modo alguno que nos apartemos de hermanos con los cuales diferimos en opinión sobre asuntos secundarios; o en asuntos meramente personales; o cuando se toman decisiones que realmente no implican desobediencia ni apartáis de la Escritura, pero que no nos agradan; o cuando diferimos en ciertas normas y prácticas estrictamente denominacionales.

Como fundamentalistas somos y debemos ser combativos, pero no debemos combatirnos entre nosotros. El diablo ha causado mucho daño a nuestra causa fundamentalista dividiéndonos sobre esa clase de asuntos e impidiendo que presentemos un frente unido contra la apostasía y los hermanos desobedientes.

¡Qué las palabras de Isaías 59:19b:

“…vendrá el enemigo como río, mas el espíritu de Jehová levantará bandera contra él”.

Resuenen y se mantengan firmes e inamovibles en nuestros corazones, como una verdadera arenga que nos llama e incita al combate!


NOTA: Este tema fue expuesto en el XIX Congreso de la Alianza Latinoamericana de Iglesias Cristianas (ALADIC), realizado en la Ciudad de Guatemala, Guatemala, del 8 al 13 de Febrero del 2007.



* El doctor Nadir Carreño Maufras es el vicepresidente del Concilio Internacional de Iglesias Cristianas (CIIC) y anterior presidente de la Alianza Latinoamericana de Iglesias Cristianas (ALADIC), instituciones evangélicas fundamentalistas que vienen enfrentando a nivel mundial y latinoamericano, la apostasía y el ecumenismo del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) y del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI). Pastorea la Iglesia Presbiteriana Fundamentalista Bíblica "Smirna" en Santiago de Chile.

Sitio Web de la Iglesia Presbiteriana Fundamentalista Bíblica "Smirna" (Pr. Nadir Carreño):

www.smirna.cl
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